La motivación es un elemento abstracto que está directamente ligado al proceso de aprendizaje de la lengua inglesa, tal y como destacan numerosos estudios en la materia. Este concepto suele estar asociado a elementos como el entusiasmo, la dedicación o la perseverancia por conseguir un objetivo concreto.
En este sentido, el papel que jugamos los docentes es esencial ya que uno de los objetivos principales que nos proponemos no es otro que el de favorecer un clima positivo de aprendizaje dentro del aula, así como hacer uso de estrategias motivacionales para poder establecer una comunicación significativa con el alumnado. Sin embargo, no es tarea sencilla involucrar y motivar a todos nuestros estudiantes ya que esto también depende de otros factores que no pueden ser controlados por los docentes. Así pues, podemos distinguir dos tipos de alumnado: unos que muestran una actitud positiva hacia el aprendizaje de la lengua extranjera y que, consecuentemente, tienen más opciones de experimentar un aprendizaje efectivo, y otros, con una actitud menos predispuesta, que experimentan un aprendizaje más lento y poco productivo. En este sentido, es necesario aplicar aquellas metodologías que potencien y fomenten la motivación de todo nuestro alumnado.
En las últimas décadas, la enseñanza de la lengua inglesa ha experimentado una evolución en cuanto a metodologías. Sin embargo, ninguna de ellas ha demostrado ser perfecta. En el contexto actual, donde existe una necesidad importante por parte de los alumnos de adquirir y desarrollar habilidades comunicativas en la segunda lengua, los docentes deberíamos basar nuestra metodología de enseñanza en aquellos principios que mejor se adapten a las necesidades de nuestro alumnado y a sus estilos de aprendizaje.
De entre la gran variedad de formas de impartir la Enseñanza de la Lengua Inglesa (ELT), muchos autores defienden la importancia de establecer el Enfoque Comunicativo para lograr mejores resultados: el Aprendizaje Cooperativo, el Aprendizaje Basado en Tareas, el Flipped Classroom o el Aprendizaje Basado en Proyectos son clave para potenciar las teorías del Enfoque Comunicativo ya que permite a los alumnos trabajar en equipo, compartir información y experiencias, interactuar y apoyarse entre ellos con la finalidad de conseguir un objetivo concreto. Este tipo de metodologías contribuye a fomentar la motivación entre nuestro alumnado ya que tienen la oportunidad de trabajar con sus compañeros en un contexto real, utilizando sus habilidades comunicativas con el objetivo de conseguir un determinado producto. Asimismo, el uso de materiales auténticos, así como la incorporación de las nuevas tecnologías son otros aspectos fundamentales cuando diseñamos nuestras unidades didácticas, ya que no solo potencian el enfoque comunicativo y desarrollan la competencia digital, sino que también atraen el interés y la creatividad del alumnado, lo cual tiene un impacto positivo en su motivación.
En mi experiencia personal como docente, he podido poner en práctica algunas de las metodologías mencionadas anteriormente. Estructuras cooperativas como Find Someone Who…, Jigsaw, Quiz-Quiz Trade o Round Table son algunas de las estrategias que he podido aplicar en el aula con una respuesta positiva por parte del alumnado. También, la creación de productos finales como carteles digitales o el uso de aplicaciones como Plickers, Edpuzzle o Canva, me han ayudado a motivar a mis alumnos en el proceso de aprendizaje de la lengua inglesa.
Adrián Kilian García O’Flynn
Profesor de Secundaria Colegio Trilema Soria
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