Soy Miguel Ángel Berná. Profesor de Educación Física en Primaria. Estoy unido al deporte desde chiquitín y sobre todo a uno en particular que es el baloncesto desde los 8 añitos.

Desde muy jovencito y hasta la actualidad (tengo 58 años) llevo equipos de baloncesto y os puedo decir con muchísimo orgullo que los jugadores que han practicado este deporte conmigo no sólo han aprendido a jugar sino a tener unos valores que les han valido para el futuro.

Antes de ser profesor, que fue a la edad de 30 años, fui entrenador, y con la edad que tenía me gustaba ganar (como a todo el mundo) y enseñaba a ello, pero no me daba cuenta que mis jugadores ganaban pero no aprendían. Y el cambio llegó en cuanto me hice educador, en la que aprendes a enseñar de otra forma. Les enseñas a perder antes que a ganar. Y te alegra ver que tus jugadores pierden, pero aprenden valores importantes y que cuando ganan, saben hacerlo y lo demuestran.

Como profesor de Educación Física, meto la esencia primordial del deporte que es inculcar valores y hábitos por una parte y la esencia particular de la misma asignatura que son las cualidades físicas importantes como la coordinación, el equilibrio, la resistencia, la fuerza, la potencia, la flexibilidad y la velocidad, sin meterme para nada en especializaciones deportivas propiamente dichas.

He sido coordinador de actividades deportivas más de 25 años y en el baloncesto siempre he tenido muchos jugadores, varias categorías de uno y otro sexo cada año, pero es que en los demás deportes siempre ha habido muchos jugadores. En fútbol sala, balonmano, voleibol, campo a través, atletismo, ajedrez, bádminton, tenis de mesa, tenis, gimnasia, judo… Hasta un 80 por ciento del total de alumnos del Colegio antiguamente practicaban deporte escolar.

Sé que las actividades deportivas les encanta a los niños, porque les divierte jugar, y de lo que estoy muy seguro es que los beneficios que un niño obtiene para su salud, con la práctica, son excelentes y un problema que actualmente afecta a la niñez es la obesidad, y con el deporte y cualquier juego físico, el cuerpo del niño se mantiene en un peso ideal.

Es una pena, pero actualmente no llega al 20 por ciento (y me parece que exagero) los alumnos que practican deportivas. Y creo que aquí los papás se confunden un poco. Sé que se paga por ello y que es la principal causa de no apuntar a los hijos a deportivas, aunque por supuesto que hay otras más. ¿Por qué gastar dinero para que los hijos hagan uno o varios deportes? Creo que como padre os puedo responder:

No se paga para que el jugador entrene o juegue a ese deporte que se apunta. Se paga por tantos y tantos valores que el deporte le va a dar: responsabilidad, entrega, amistad, convivencia, generosidad, esfuerzo, disciplina, respeto, orden… Se paga para que practique habilidades sociales: humildad, trabajo en equipo, liderazgo, comunicación, empatía… Se paga para que el deporte le inculque hábitos de vida saludables: sueño, alimentación, ejercicio, higiene…

Ciertamente, no se paga por las prácticas. Se paga por las oportunidades que ofrece el deporte a nuestros hijos para desarrollar muchísimos valores a lo largo de toda su vida y darles la oportunidad también de valorar la propia vida.

Y por último, comentaros que la clave de las actividades extraescolares es que no importa cual realicen los niños, ya sean deportivas, música, artes, idiomas o informática, sino que sea un momento de diversión y relajación, en donde puedan expresar sus emociones con libertad, sin olvidar que en su práctica están desarrollando distintas habilidades que fortalecerán su desarrollo intelectual y emocional.

Miguel Ángel Berna Berna

Maestro de Educación Primaria (Educación Física)

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